El día 4 de Noviembre tuve la suerte (por llamarlo de alguna manera) de poder ir a ver a 30 Seconds To Mars al Siemens Arena en Vilnius.
El recinto donde tuvo lugar el concierto está de coña, ¡Con ropero y todo! (Punto a favor, creo que el único)
Hubo unos teloneros antes de 30 Seconds To Mars, como era de esperar, pero, sinceramente, no recuerdo ni su nombre (creo que en realidad nunca he sabido como se llamaba el grupo). No me parecieron nada interesantes. Un tío poniendo unas bases con un sintetizador y una chica cantando. Para seros sincero, en lo único que podía fijarme era en las morcillas de la chica. Estaba un poco rellenita e iba embutida en su vestido. (Quizá ese era el verdadero show).
El espectáculo de las lorzas danzantes duró unos 40 minutos, y después de aquello, prueba de sonido y 30 Seconds To Mars al escenario.
La verdad es que empezaron muy fuertes y yo tenía muchas ganas de ese concierto. Pero parece que solo empezaron fuertes, porque, para mi gusto empezaron a decaer según pasaban los minutos. Y, es que, su FRONT-MAN, Jared Leto, no transmitió nada de nada. (O por lo menos lo que intentaba transmitir, si es que intentaba algo, hasta mí no llegó, y eso que estuve en la décima fila).
No cantó ninguna canción entera, ¡Pero ni una!. Y claro, estábamos allá todos los lituanos y yo (bueno, también vinieron conmigo J y Y) desgañitándonos, y aquello parecía un gallinero más que un concierto.
Mira Jared, entiendo que estés cansado porque ir de gira debe de ser agotador, entiendo que el hecho de no haber agotado entradas en Lituania te deprima un poco, y entiendo que haga frío, pero majo, con los millones que debes de tener, ¿¡QUÉ TE CUESTA CANTAR UNA MÍSERA CANCIÓN ENTERA!?
Y por si no era suficiente, cuando llevábamos unos 50 minutos de concierto, nos ponen una película. Sí, una película. (Más que película es un corto, de unos 15 minutos de duración. Os recomiendo que la veáis. Eso sí, está un poco subida de tono). Y allí estábamos todos, mirando como pasmarotes un par de pantallas gigantes que había en el escenario.
Cuando acabó el cortometraje (que ni siquiera se dignaron a regalar palomitas) salieron los músicos otra vez para hacer “el Bis”, que fueron un par de canciones más y para casa.
Me decepcionó mucho el concierto. Pero quizá fue mi culpa, llevaba unas espectativas muy altas y, según mi opinión, no dieron la talla.
Mi puntuación para este concierto es de 4/10.
Es que tíos, ¿como podéis hacer “The Kill” en acústico? Fue, sin lugar a duda, el gran “Momento Oh” de la noche.
Menos mal que al día siguiente fuí a un concierto de verdad, “Pablo Sáinz Villegas + Orquesta Sinfónica de Lituania ”.
No hice ni fotos, ni vídeos. No mereció la pena.
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