Quedan exactamente 2 meses para el examen MIR. Buf! Agobio? Pues bueno, diríamos que no, aunque realmente sí. Un poquito bastante sí. Últimamente me gusta salir a correr, ya bien por la mañana a modo de empezar el día de forma productiva o por la tarde, a modo de premio por haber tenido una jornada productiva (en realidad hago un poco de trampas, si no es productiva también salgo, ja ja ja, que malote!)
Cada vez está más cerca esto. Se acerca la fecha límite para seguir estudiando y dando todo lo que queda dentro nuestro. Y ante situaciones así, de estrés máximo (pero ya no sólo de exámenes, sino en la vida en general) me vino el otro día a la cabeza una reflexión. No se si es porque llovía, porque hacía frío o porque estaba más motivado que [ANTE FALTA DE OCURRENCIAS INTRODUZCA AQUÍ UN EJEMPLO DE ALGUIEN MUY MOTIVADO]. 🙂
Quiero compartir con vosotros esta reflexión y quiero saber qué os parece. Si pensáis lo mismo, si no, si tenéis otras teorías… Vamos a comentarlo! Seguramente sacaremos de aquí cosas muy interesantes!
Un abrazo, nos leemos! 🙂