Hoy me apetece compartir con vosotros una reflexión. De las de antaño, de las de sentarme, empezar a teclear y no editar demasiado el texto. De las que salen de dentro, sin filtros, balas de palabras cargadas de sentimiento.
Estoy sentado en una cafetería que se llama Green Café, en Laisves Aleja, la calle principal de Kaunas (Lituania). La ciudad donde viví durante 6 años. Estoy solo, estudiando, observando de vez en cuando a la gente que pasea por la calle. Estar sentado aquí me trae muchísimos recuerdos. He venido unos días a Kaunas a la graduación de mi hermana (ya somos 2 médicos en la familia) y también a encontrarme con amigos que más que amigos son familia. Recuerdo muy fácilmente la primera vez que vine a este país, hace aproximadamente 9 años, en el 2010. Un yogurín. 19 años recién cumplidos y mucho miedo en el cuerpo por no conocer donde me metía.
9 años más tarde vuelvo a esta ciudad, lugar donde una vez estuvo mi casa, donde le llegué a llamar hogar. Una relación amor odio constante, pero con el tiempo el odio se ha desvanecido y sólo me acuerdo de las cosas buenas. De aquí me llevo a mucha gente, muchas nuevas historias que empezaron aquí y siguen, muchas personas dejadas atrás en el olvido y encuentros fortuitos que hacen de esta ciudad un lugar mágico a donde volver de vez en cuando.
Tengo en 5 días el MIR (SSM) Italiano. Estoy aún esperando a que me respondan si he aprobado el nivel de C1 de Italiano, que, si no va nada mal (toco madera mientras escribo esto) no debería tener ningún problema para poder aprobarlo. Y haciendo tests. Y socializando. Y yéndome a dormir a las 03:00 porque me encuentro con personas que no veía desde hacía 5 años. Y ponerte al día requiere su tiempo. Ayer sin ir más lejos recordaba con unos chicos españoles que entraron en la uni un año mas tarde que yo cómo conseguimos ganar un torneo de fútbol (podéis leer más aquí). Releyendo la entrada hubo una palabra que me llamó la atención: feliz. Es verdad. Era feliz. Soy muy feliz ahora también, pero me parece alucinante cómo podemos sobreponernos a todo y encontrar a personas que nos hagan de este viaje que es la vida algo más placentero. Nuestro círculo de seguridad.
Y bueno, que voy a seguir estudiando que espero poder sacar plaza de cirugía.
Un abrazaco.