Son las 8.15 de la mañana. Últimamente (y no soy el único) nos cuesta dormir más. Creo que todos los opositores lo notamos, el cansancio, el desgaste, las ganas de hacer el examen y saber ya dónde vamos a acabar y haciendo el qué. La incertidumbre se entremezcla con los nervios pre-examen y hacen un cócktel «miritov» bastante interesante.
Se oyen historias de gente que está metiéndose Anfetaminas para estudiar más. Y gente que lo lleva haciendo desde que empezaron el curso intensivo del MIR. Vosotros ya sabéis mi posición respecto a este tema. Se oye que gente se toma Zolpidem para dormir. En eso no me meto. Quiero decir, el descanso es sagrado. Y si después de todo el día a tope de estudio te cuesta conciliar el sueño, bueno, no me parece mal. Yo sigo con mis tés de valeriana. Y bueno, también mucha gente con antidepresivos y ansiolíticos. Realmente deberíamos hacer un estudio sobre cómo la salud de los opositores decae durante la preparación MIR.
Cada vez el final está más cerca. Y es una sensación de amor/odio que cicla rápidamente. Intento no pensar en nada más que el estudio. Día 28, día 28, día 28.
(Se oye a los energúmenos de arriba, ya es hora de ponerse a tope con los test).
Seguimos aquí, dejándonos la piel, los codos y el aliento. El día 28 vamos a salir triunfantes. 🙂